Wilber Varela

Manifestaba ser un sargento retirado de la Policía Nacional, pero nunca se encontraron documentos oficiales que lo confirmaran.

Luego ingresó a trabajar con los hermanos Rodríguez Orejuela en asuntos de seguridad, cobranzas y sicariato.

Tras la muerte de su jefe, pasaría a liderar su propia organización y fue uno de los cabecillas del Cartel del Norte del Valle junto a Diego León Montoya Sánchez, alias Don Diego, entre otros; su mano derecha pasó a ser Luis Alfonso Ocampo Fómeque alias Tocayo, medio hermano de su socio Víctor Patiño Fómeque La Fiera, con quien protagonizó varios asesinatos además de ser su amigo personal.

Cabe destacar que por su manera de actuar violenta, le declaró la guerra a muchos de sus socios, y al final sostuvo una guerra con Diego León Montoya Sánchez, alias Don Diego, por causa de que éste se opuso a la forma en como comenzó a expropiar los bienes de sus enemigos fallecidos y en represalia por la muerte de Miguelito que era su amigo, a su vez por el control del negocio del narcotráfico, Varela conformó su ejército privado al que denominó Los Rastrojos, en contraposición a Los Machos de Montoya, provocando una guerra, la cual dejó una gran cantidad de muertos, lo que causó que el Valle del Cauca y el Eje cafetero se hicieran ambientes inseguros y peligrosos para vivir.

[6]​ En un principio se corrió el rumor de que Varela organizó todos los detalles para fingir su asesinato y que seguía vivo, portando otra identidad y un nuevo rostro,[7]​ basándose en que se “perdieron” sus huellas dactilares de la registraduría y sólo podía ser identificado por su apariencia física, pero posteriormente una prueba de ADN lo desmintió y confirmó que si se trataba del capo.