Por ello, su madre, que no aguantaba este modo de vida, se trasladó a Basilea, su ciudad natal, donde vivían sus familiares.
En 1524, con 20 años, se casó con el humanista Ludwig Keller y al poco tiempo tuvo una hija.
El conocido humanista y jurista Bonifacio Amerbach escribió "Recientemente Ecolampadio ha llevado a casa una muchacha como esposa.
Un hombre avanzado en años, con la cabeza temblorosa, delgado y agotado, como un cadáver viviente.
"[1][2] En opinión del propio Ecolampadio, ella era demasiado joven, pero buena cristiana y de familia humilde.
En resumen, Wibrandis era una mujer como querían los antiguos reformadores: muy trabajadora, humilde, obediente y lectora de la Biblia.
Este matrimonio no fue fácil, ya que Capito sufría depresiones, era muy poco práctico y tenía continuamente dificultades financieras.
En 1551 murió Bucero y Wibrandis volvió a Estrasburgo, donde su hija Aletheia estaba casada con un joven pastor.