Esta familia revive en él todas las obsesiones relacionadas con la pureza y la perfección.
La fascinación es mutua: en pleno despertar sexual, Lilith siente una inquietante atracción por ese forastero.
Desconociendo la verdadera identidad del alemán, al llegar a Bariloche, Enzo (Diego Peretti) y Eva (Natalia Oreiro) lo aceptan como primer huésped de la hostería que poseen, a orillas del Lago Nahuel Huapi.
Aunque el extraño personaje les genera a los anfitriones cierto recelo, progresivamente se verán seducidos por sus modos, su distinción, su saber científico y sus ofertas de dinero.
La recaudación en sus primeros cuatro días fue de 2.029.765» pesos argentinos[6] y superó a otros estrenos importantes como Son como niños 2, R.I.P.D.