Tras el tremendo éxito de la primera Vuelta al País Vasco, el Excelsior no dudo en empezar a trabajar en la segunda edición.
Al mismo tiempo estaba el reconocimiento unánime de que la Vuelta al País Vasco era la carrera ideal de fondo, sin llegar a los supremos y heroicos esfuerzos del Tour o del Giro.
Por todo ello, la lista de participantes reunió a lo mejor del ciclismo internacional.
Se presentaron en la línea de salida Ottavio Bottecchia, Lucien Buysse, Albert Dejonghe, Auguste Verdyck, Felix Sellier, Adelin Benoit, Jules Buysse, Eugene Christophe y Louis Mottiat entre otros.
Una vez en el Alto de La Barrerilla fue el propio Bottecchia quien se lanzó al ataque, siendo seguido únicamente por Ricardo Montero, si bien la distancia que obtuvieron fue escasa.
El excesivo calor hizo estragos en los corredores y deslució totalmente la etapa.
El primer grupo estaba formado por Dejonghe, Dossche, Van de Casteele, Pe, Bidot, Verdyck y el local Cesáreo Sarduy.
Ricardo Montero se tuvo que conformar con ser el primero de los "nacionales" al quedar en decimocuarta posición.