También tuvieron tiempo para realizar una visita al Observatorio de Belén, desde donde el padre jesuita Mariano Gutiérrez-Lanza elaboró los partes meteorológicos.
Un controlador aéreo de la época, Francisco Figueroa, relató que los pilotos recibieron el consejo de suspender el siguiente vuelo hacia México al menos durante 24 horas debido a las malas condiciones meteorológicas, aunque finalmente partieron según la fecha prevista.
La travesía hacia México comprendía un vuelo de 1920 km que estaba previsto se realizase en unas 12 horas.
Aunque el Cuatro Vientos logró su hazaña en recorrer 8172 millas sus pilotos no vivieron para contarlo.
Collar, en su posición más protegida pudo estar en condiciones de salir a buscar ayuda.
Finalmente, quizá por frustración, quizá por temor a mayores consecuencias por sus actos, los secuestradores asesinaron a los tripulantes del Cuatro Vientos, que habría sido desguazado y enterrado junto con los cadáveres en algún lugar de la serranía.