Vuelo 3378 de Hapag-Lloyd
La aeronave se quedó totalmente sin combustible cuando intentaba desviarse a Viena, efectuando una toma pocos metros antes de la pista 34.El vuelo continuó hacia Alemania, ya que el combustible debía ser consumido antes del aterrizaje en cualquier caso.Ante estas circunstancias, las reglas de las aerolíneas indicaban un desvío inmediato al aeropuerto más cercano y apto a su posición, que habría sido Zagreb, a unos 10 minutos de distancia.Esto llevó al control de Viena a investigar y finalmente comprender que el vuelo se encontraba corto de combustible, pero los pilotos no habían declarado emergencia, todavía previendo un aterrizaje normal.El capitán indicó al primer oficial que no solicitase equipos de emergencia posteriores al aterrizaje, y que retrasase el despliegue de los flaps, especialmente si los motores empezasen a emitir llamaradas.El informe indicaba catorce recomendaciones para la mejora de sistemas, documentos y procedimientos para evitar estos problemas en el futuro.Hapag-Lloyd informó que el capitán Wolfgang Arminger abandonó voluntariamente la aerolínea seis meses después del incidente.[5][6] La condena fue criticada por la periodista de juzgados alemana Gisela Friedrichsen quien creía que dos sesiones de juicio relativas al asusnto principal no podían ser suficientes para presentar y evaluar todas las evidencias.