El Comet 4C siniestrado de Dan Air (registro G-APDN) estaba equipado con turborreactores Avon RA.229 y fue comprado a BOAC en 1969.
Coincidiendo con esta afirmación errónea del comandante, el radar de Barcelona detecta un punto sobre Sabadell con las mismas velocidad, altura y rumbo que el Comet.
Notificó la posición y le dijeron desde El Prat que iniciase la maniobra de descenso considerando su proximidad al aeropuerto.
Profesionales de la navegación aérea señalan que hoy en día este accidente sería imposible con el GPS, porque marca exactamente la posición del avión en la pantalla sobre un mapa.
Después de cinco décadas todavía se encuentran trozos del fuselaje diseminados por la montaña.