Vox populi, vox Dei

La expresión vox populi, vox Dei (en latín, literalmente, «la voz del pueblo es la voz de Dios») significa que «la opinión popular de la gente ordinaria revela la voluntad de Dios y debe obedecerse»;[1]​ o sirve para indicar que, sean o no acertadas, las creencias populares[2]​ se imponen por su fuerza irresistible, y no es prudente oponerse a ellas.

[6]​ La idea aparece ya en textos griegos como La Odisea y Los trabajos y los días (los rumores -ossa o pheme- provienen de Zeus, o son un dios ellos mismos);[7]​ y en Séneca: crede mihi, sacra populi lingua est («créeme, sagrada es la lengua del pueblo»).

[13]​ Un panfleto político whig de 1709 llevaba como título esa expresión latina.

Fue reeditado en 1710 con el título The Judgment of whole Kingdoms and Nations.

En 1719 apareció otro panfleto, en este caso de orientación jacobita, con el mismo título Vox populi, vox Dei, que fue perseguido por las autoridades, y llevó a la ejecución del impresor, John Matthews.