También se distingue por su nacimiento a principios del siglo XX, provocado por una erupción en el ya mencionado volcán Santa María.
[1] Tal fue la magnitud de la erupción que el cielo se obscurecio debido a las cenizas.
[4][1] Los volcanes se clasifican de varias maneras para facilitar su estudio.
Por otro lado, su actividad volcánica lo clasifica dentro del tipo peleano, por su alta propensión a explosiones y lava muy viscosa, además del fuerte contenido de gases derivados de su actividad.
Febrero, julio, septiembre: erupciones y nube ardiente Erupción que hizo necesario la evacuación de miles de residentes de los alrededores al volcán, y ocasionó un flujo de lodo y escombros en el cauce del Río Nimá II, que produjo su desborde y el embalse del Río Nimá I.
La erupción duró 5 h, además del primer evento se dieron otros 3 colapsos más acompañados de igual número de sismos sensibles.
Las columnas de ceniza se elevaron 4 km y cubriendo totalmente el complejo de domos, permaneciendo nublado por casi 8 h, la columna expulsada se movió 15 km en dirección norte, luego se movió 50 km al sur llegando cerca de la costa.
Mayo a diciembre, se mantuvo una actividad explosiva, abundante extrusión de lava que generaron constantemente flujos Piroclásticos.