Como deidad (masculina/femenina) se identificaba con el dios romano Honos (personificación del honor) y fueron honrados conjuntamente con frecuencia.
[2] Esto llevó a la objeción del Colegio de Pontífices, que decía que si se produjese un milagro en el templo, los sacerdotes no sabrían a quién hacer sacrificios para agradecérselo.
Este templo se encontraba en la Porta Capena, y más tarde fue renovado por Vespasiano.
Dentro del ámbito de relieves funerarios, Virtus nunca se representa sin un acompañante varón.
[3] A menudo, su presencia dentro de este ámbito del arte es para complementar y prestar asistencia al protagonista del relieve con escenas de intensa masculinidad o valentía.