Virgen de la mosca

Recibe su peculiar denominación a causa del insecto (musca depicta) que aparece representado en la rodilla izquierda de la Virgen, sobre el rojo del manto, con un realismo tan extremado que supone un verdadero trampantojo.La composición, la relación entre los personajes y los ropajes, están tratados con gran maestría.[1]​ En fechas muy cercanas a su realización fue atribuida a Michel Sittow (en el inventario de la colección de pinturas de Margarita de Austria, que es también donde se identifica al personaje como la reina Católica); y posteriormente a Fernando Gallego, cuya firma apócrifa figuró sobre la tabla hasta la restauración realizada en 1966 (que evidenció que era un repinte, probablemente realizado para tapar los desperfectos producidos en el traslado de Flandes a España, por algún discípulo del maestro español).Un nuevo estudio, realizado por Elisa Bermejo Martín con motivo de su exhibición en Las Edades del Hombre (Zamora, 2001), lo atribuye al Maestro de la Santa Sangre.[1]​[2]​[3]​ La mosca y otros detalles no son del autor original sino que fueron añadidos más tarde por el segundo pintor.