Advocación de la Virgen de la Cinta

Da nombre al hospital de Tortosa, lo dio a un puente de titularidad privada, hoy desaparecido, o a un jaspe decorativo conocido en el extranjero como brocatello di Spagna, entre otros.La devoción popular en Huelva arranca a inicios del siglo XV.[2]​ La tradición explica que en una fecha indeterminada, normalmente identificada con la noche del 24 al 25 de marzo de 1178, la Virgen hizo aparición entregando una cinta a un sacerdote —de nombre desconocido— y que desde entonces es venerada.Trescientos años más tarde, en 1918 y 1919, mediante concurso se creó un himno a la Virgen.La imagen es obra de Inocencio Soriano Montagut y el verano del año 2012 fue cedida a la Abadía-Colegio Santísima Trinidad de el Tiemblo (Ávila) y restaurada el mismo año.Originalmente se veneró en la ciudad tinerfeña una imagen realizada en el siglo XVIII por el escultor genovés Antón María Maragliano.El relicario mayor (1619), con la reliquia que contenía, está desaparecido desde la guerra civil española.Era costumbre llevar la Santa Cinta a las reinas españolas desde que Felipe IV la pidió en 1629 ante el nacimiento del infante Baltasar Carlos (octubre de 1629).A la Cinta se le atribuye también la sorprendente curación del obispo Silvestre García Escalona (Almonacid de Toledo, 1647-Salamanca, 1729), en 1702.
Catedral de Tortosa – Vista parcial de la capilla de la Virgen de la Cinta.
Santuario de Nuestra Señora de la Cinta Coronada en Huelva.