En su catálogo razonado sobre la obra de este pintor, Harold Wethey distingue dos modelos bastante diferentes sobre esta temática.
Del tipo-I señala dos obras casi iguales, que considera autógrafas y de buena calidad.
Esta obra presenta a la Virgen María envuelta en una túnica roja y con la cabeza cubierta bajo un manto azul.
Destaca el rostro melancólico, la fina barbilla y los grandes ojos negros, características de la técnica retratista del pintor.
La prenda alrededor del rostro está pintada con mucha ligereza, pero la túnica azul y el fondo grisáceo están ejecutados con gran solidez.