La violencia política en España fue una constante durante el primer tercio del siglo XX.
Al día siguiente, las protestas, que habían concentrado a 5.000 personas en la Puerta del Sol coincidieron con la convocatoria de una huelga general por parte de la CNT y del PCE.
Los destrozos se extendieron a otras ciudades en la jornada del 11 de mayo, como Málaga, donde ardió el palacio episcopal, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Murcia o Valencia, provocando el pánico entre frailes y monjas.
En los sucesos del día 21 murieron José Cárcamo y Antonio Rangel por disparos de la fuerza pública.
En el tiroteo fueron alcanzadas de gravedad Rosario Fuente, criada, fallecida; Dolores Gallardo, en estado grave, y María Josefa Jiménez, de 17 años e hija del alcalde Emilio Jiménez, fallecida.
Por último, en Sevilla resultaron alcanzados Antonio Peñuela, herido grave; Fernando Lara, gravísimo, y muerto el chófer del servicio de Riotinto.
[1] La huelga se saldó con al menos 30 muertos y decenas de heridos.
Al salir a la calle con su arma reglamentaria en mano, recibió la agresión que le causó la muerte.
En Bujalance, la situación era tensa ya en ese momento por la muerte reciente de un patrón tiroteado en un camino.
El día 10 de diciembre se declara en el pueblo la huelga general y vecinos armados recorren las calles anunciando la proclamación del comunismo libertario.
Los cinco sindicalistas que se encontraban en el local escaparon, pero recibieron varios disparos por la espalda.
Entre los sindicalistas, la policía detuvo a Pedro González Gómez, Manuel Pérez Bellido, Enrique Rodríguez Salcedo y Miguel Valdivieso Salomón, heridos también en calidad de detenidos.
También fue detenido Azaña, que se encontraba casualmente en Barcelona por los funerales del ministro Jaume Carner.
[21] Por su parte, Hugh Thomas ajustó las víctimas mortales en 2000 personas: 230-260 miembros de las fuerzas armadas (incluyendo Guardias civiles y Guardias de Asalto), 33 sacerdotes, 1500 mineros en los combates y otros 200 durante la represión.
Con la muerte del estudiante Rafael Roca Ortega la JAP habla de 13 mártires.
Salvó la vida, no así su escolta, Jesús Gisbert, que murió en el acto.
[28] Esta es una lista cronológica con todos los conflictos de causas políticas durante la Segunda República, desde 1931 a 1936, en los que hubo víctimas mortales.