Y allí fue un lugar en donde pudo demostrar sus dotes de simpatía con los más pequeños (en aquel caso con los lobatos).
Al mismo tiempo, el ambiente familiar y la educación recibida en el colegio facilitaron una práctica religiosa profunda en el joven estudiante.
En diciembre de 1935 conoció al fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer en la Academia Residencia DYA, la primera obra institucional del Opus Dei, dirigida al apostolado con universitarios.
Inmediatamente se incorporó al ejército nacional, aunque no llegó a entrar en combate.
Al final de la contienda volvió a Madrid donde acabó la carrera y redactó la tesis sobre "Primeros años de dominación española en la Luisiana", editada por el CSIC.