[1] Como resultado de las elecciones estatales de 1869 en las que habían resultado electos Manuel Cirerol y Canto como gobernador y José Apolinar Cepeda Peraza como vicegobernador, se dio un alzamiento en el oriente del estado bajo el argumento de que tales elecciones habían sido fraudulentas y que en todo caso ya habían transcurrido los dos años del periodo legal para el que habían sido elegidos tales funcionarios.
Los insurrectos se adhirieron además al plan de la Noria encabezado por Porfirio Díaz en contra del presidente Juárez.
[1] Benito Juárez, a la sazón presidente de México, envió al general Vicente Mariscal, paisano suyo, para que apaciguara a los rebeldes y restableciera el orden en el estado de Yucatán.
Este último contestó que lo haría siempre y cuando se le garantizara que el designio popular de terminar la gestión de Cirerol sería cumplido.
Al satisfacerse la demnda de Cantón, Mariscal asumió el mando en la capital del estado y de inmediato procedió a licenciar las tropas insubordinadas, a reorganizar los servicios y restablecer el orden.