Actualmente cuenta con ocho veredas, las cuales son Buenavista, San Isidro parte alta, San Isidro parte baja, La Quiebra del Barro, Morroplancho, Pitayó, Yarumalito y La Liboriana.
Y vos Nicasio ¿qué darás?, preguntaron sus otros dos amigos, al cabo de unos segundos don Nicasio Corrales contestó: pues yo dono el lote para la escuela de niños y el cementerio y fue así como se empezó a abrirse paso el progreso en este pueblo llamado El Roblal, en honor a la gran cantidad de árboles de roble que existían.
Dice la historia que don Carlos Cardona llamado cariñosamente Carlitos, vivía en el sector que hoy es La Liboriana, Don José Cobios Figueroa, vivía en el sector que hoy es la calle 13 de junio, Laurencio Ospina vivía en el sector del parque y don Nicasio Corrales en el sector que hoy se llama La Nación.
Estas posadas eran llamadas Fondas camineras, allí conseguían los transeúntes y arrieros licor, comida, clavos de herrar, podían darse su merecido descanso y adiconal las gentes de El Roblal también podían conseguir sus mercados.
Pasados algunos años siendo corregimiento de Santa Bárbara se abrió la carretera hacia el año de 1922 y cuentan personas como doña Ester Betancur, que en un principio sólo pasaba el carro de la leche, y luego las famosas chivas o escaleras, con el tiempo la vía se amplió y se pavimentó, hecho que ayudó para que la población aumentara, por las facilidades que esta brindaba para transportar los materiales y construir.