Pertenece a una familia judía que se refugió en la Argentina en 1939 para escapar de las leyes raciales fascistas.
[2] Inicialmente se instalaron en casas de huéspedes donde también vivían otras familias judías italianas emigradas.
Su primera experiencia escolar en una escuela italiana no fue positiva ya que casi todos sus compañeros pertenecían a familias fascistas.
En el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, Vera se enteró del destino de su abuelo, deportado y asesinado en Auschwitz.
Además de los reclamos en organismos nacionales como el Ministerio del Interior y el I Cuerpo de Ejército, llevó sus pedidos a Amnesty Internacional, la Cruz Roja, la OEA, la Embajada norteamericana y la Embajada italiana.