La investigación posterior, conocida como Expediente Vallecas, fue la primera en España que barajaba circunstancias «paranormales» en torno al caso.[2][3] Para su realización, el director contó con cuatro jóvenes debutantes: Sandra Escacena, Bruna González, Claudia Placer e Iván Chavero, además de la conocida actriz Ana Torrent.Su padre ha muerto recientemente y su madre tiene que trabajar muchas horas en un bar para mantener a la familia, por lo que es Verónica quien debe hacerse cargo de sus hermanos menores: las mellizas Lucía e Irene y el pequeño Antoñito.Un día en que se preve un eclipse solar, las clases en el colegio se dedican a explicar este fenómeno y cómo algunas culturas antiguas, ante su llegada, celebraban sacrificios humanos e invocaban espíritus oscuros.La tabla responde de inmediato, pero Rosa y Diana retiran sus manos del vaso cuando comienzan a notar que se está recalentando demasiado.Atendida en la enfermería de la escuela, donde tras explorarla, no pueden determinar la causa del desvanecimiento.En las horas siguientes, la chica comienza a experimentar sensaciones extrañas, como no poder controlar sus manos o ruidos inexplicables, e incluso aparecen marcas de garras y mordiscos en su cuerpo.Verónica, al darse cuenta, intenta ayudarla, pero luego la pequeña afirmará ante su madre que era su propia hermana mayor quien la estaba asfixiando.[5] El agregador de críticas cinematográficas Rotten Tomatoes califica la cinta como «aterradoramente eficaz y demuestra que no hacen falta ingredientes exóticos ni extravagantes para crear emociones que erizan la piel»; el portal recoge un total de 34 críticas, con una valoración positiva del 88 %.