El fantasma del espejo (con nombres variables según la región) es una leyenda sobre un supuesto espíritu que aparece al ser pronunciado su nombre un número determinado de veces (variable según las versiones, aunque suelen ser tres) frente a un espejo.
[9] En Estados Unidos hay una leyenda análoga protagonizada por Bloody Mary («María la Sangrienta») o Mary Worth, que ha servido de inspiración al relato de Clive Barker Lo Prohibido, llevado al cine con el título Candyman.
Según otra versión, Mary era una muchacha gravemente enferma y que en ese tiempo no se podía curar.
Su padre sabiendo que se iba a morir de frío le inyectó morfina.
Después de llorar por un buen rato se fijó en que las uñas estaban incrustadas en el ataúd arañado.