Se encuentra literalmente unida a la capital del estado Coro, ciudad con la cual forma una conurbación.
Este encuentro se ejecuta para recordar “la matanza sagrada ordenada por Herodes con la finalidad de quitarle la vida al niño Dios”.
Los participantes de esta fiesta se agrupan en lo que llaman “Locaínas” y van trajeados con ropa multicolor por las calles del pueblo, hasta llegar al monumento a la bandera donde se escoge y se premia al mejor traje de la edición.
En la actualidad el gobierno nacional emprende inversiones dirigidas a preservar su rica arquitectura: su casco histórico está siendo intervenido para su mejora y conservación, asimismo se terminó de construir a orillas del mar el Paseo "Generalísimo Francisco de Miranda", para conmemorar los 200 años (en 2006) del arribo del "caraqueño universal" en su expedición libertadora a costas corianas en la que trajo la bandera que con el tiempo se convertiría en la oficial de Venezuela, Colombia y Ecuador.
A finales del siglo XVIII sufrió las embestidas y amenazas constantes de países enemigos de España y compartió con la ciudad toda la suerte de vicisitudes durante los movimientos libertarios y las guerras civiles del siglo XIX.