Un vehículo ecológico es un tipo de transporte amigable con el medio ambiente.
No obstante, el coche ecológico también tiene que estar pendiente de los otros gases que repercuten en el calentamiento global y que están incluidos en el Protocolo de Kioto: el gas metano, los hidrofluorocarbonos, el óxido nítrico, el hexafluoruro de azufre y los perfluorocarbonos.
Para ser considerado un vehículo ecológico se deben cumplir las siguientes características: Mientras que los vehículos ecológicos, en particular los eléctricos, son promocionados como una solución sostenible y respetuosa con el medio ambiente para reducir las emisiones de CO2, algunas controversias rodean su verdadera huella de carbono.
Por supuesto, es esencial considerar que el perfil de emisiones del sector eléctrico puede variar según la región y está en constante evolución a medida que las fuentes renovables ganan terreno.
Sin embargo, este argumento subraya la importancia de no solo adoptar vehículos ecológicos, sino también de asegurar que la infraestructura eléctrica que los respalda sea igualmente sostenible.