Se denomina vector energético a aquellas sustancias o dispositivos que almacenan energía, de tal manera que ésta pueda liberarse posteriormente de forma controlada.
El vector energético que más atención está acaparando es el hidrógeno, postulado como posible candidato para sustituir al petróleo como combustible en automoción.
Multitud de asociaciones ecologistas defienden el empleo del hidrógeno por ser un combustible limpio.
Actualmente el hidrógeno se obtiene en un 95% de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), y solo en un 5% mediante electrólisis,[1] teniendo en cuenta que la electricidad de la electrólisis del agua se genera a su vez principalmente mediante la quema de combustibles fósiles.
Pero incluso si solo se generase hidrógeno mediante hidrólisis proveniente de energías renovables (energía eólica o similares), la National Academy of Engineering estima que la eficiencia del proceso es de solo un 30%.