Las plantas que presentan una variegación son quimeras con diferentes composiciones genéticas en sus tejidos.
Así, este tejido marginal es blanco o amarillo, en lugar de verde.
En general, se suelen extinguir en su medio natural, siendo el cultivo su única esperanza de supervivencia.
A veces ocurre una variegación venal - las venas de la hoja se colorean en blanco o amarillo.
Una causa común de la variegación es el enmascaramiento del pigmento verde por otros, tales como las antocianinas.
Sin embargo, en algunas plantas se producen marcas zonales constantes; por ejemplo en algunas especies de tréboles, bromelias, Pelargonium y Oxalis.
Las deficiencias en nutrientes pueden causar un amarilleamiento temporal o variable en zonas específicas de la hoja.