El relieve está definido por el valle del río Trifón y las montañas y páramos que lo modelan, que forman parte ya de la Cordillera Cantábrica.
Se pueden identificar en este relieve de contrastes, las parameras del Rojo (975 metros), el terreno suave que rodea al pantano del Ebro y el valle modelado por el río Trifón, que contrastan con los Montes de Carrales y las cumbres de la Cordillera Cantábrica, cercanas al puerto del Escudo.
Al norte y sur se encuentran las mayores alturas, destacando el Cerro de la Maza (1165 m), en el límite con Merindad de Valdeporres, pico Tureña (1177 m), en el límite con Alfoz de Bricia, y pico Cielma (1194 m), al sur.
Soncillo se alza a 845 metros sobre el nivel del mar.
Se le incluye en la región geológica ibero-cantábrica, subdivisión de la comarca cantábrica.
En la zona existen numerosas fuentes y manantiales muchos de ellos canalizados para consumo humano o animal.
El 71% de la superficie del valle son pastos (111 km²), y un 9% corresponde a terreno forestal.
Las laderas de esta paramera están ocupadas por bosques y matorral.
Sin embargo, su situación en medio del valle, rodeado de suelos profundos y fértiles, la ha dejado expuesta a la acción del hombre, retrocediendo ante los pastizales que lo rodean y sirviendo como refugio ganadero.
El resultado es un sotobosque tapizado por arándanos, acebos y helecho común, especies tolerantes a la ganadería y adaptadas a suelos ácidos, típicas de comunidades de sustitución.
Los hayedos se encuentran esparcidos por la cara norte de las sierras del territorio.
A día de hoy, el ganado pasta en las carballedas y melojares, fertilizando y erosionando sus suelos, donde apenas se produce reciclaje de nutrientes, favoreciendo el establecimiento de especies tolerantes como Ulex gallii, Ilex aquifolium, Alpagrostis setacea, Pteridium aquilinum o Erica cinerea.
Las aves predominantes en los bosques son el gavilán, azor, alcotán que se alimentan en los espacios abiertos.
Los bosques sirven de refugio a las especies presentes como el jabalí, corzo y liebre.
Los pueblos son pequeños y situados en lugares para explotar los recursos de la naturaleza.
Todos los pueblos que componen este valle se generaron en la Edad Media.
Que las iglesias en todos los pueblos sean el edificio monumental es producto de tal sistema.
[13] En esta comarca y aledañas también tuvo incidencia la tercera guerra carlista.