Cada localidad tenía su justicia, por turno de sus respectivas casas.La venta del ganado de cerca era el único tráfico comercial.Cada pueblo disfrutaba de sus propios montes, excepto Larumbe, Larráinziz y Sarasate, que eran comunes.En Gulina se ubicaba el palacio de Ijurieta cuyos dueños, los Eraso, mantenían la prerrogativa del nombramiento de los párrocos.El punto más alto del valle es el monte Erga (1.088 m).