En el siglo XIX se mencionaban los «buenos montes poblados de roble, enebro, sabina y otros arbustos» existentes en el término.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja[4] que en el censo de 1842 contaba con 30 hogares y 116 vecinos.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizadas 40 casas.
En 1969 creció el término del municipio, al fusionarse con el de Aylagas.
[9] En la localidad hay una iglesia bajo la advocación de San Juan Evangelista.