Valdegrulla

El sitio es muy agradable, abierto a los cuatro vientos y, por lo mismo, tremendamente frío en invierno.

Hay unas 30 edificaciones de una y dos plantas, casi todas ellas, menos la iglesia, levantadas en tapial, algo muy común en buena parte de la meseta soriana.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja[3]​ que en el censo de 1842 contaba con 15 hogares y 62 vecinos.

Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía unas 20 casas.

Valdegrulla ha sido víctima tanto del expolio como del desmantelamiento, condicionado por el olvido de sus gentes y propiciado por la huella de la climatología que rápidamente derruyera las viviendas del pueblo construidas en adobe.

Antigua iglesia de Valdegrulla
Cruce hacia Valdegrulla en la carretera entre El Burgo de Osma y Berzosa