VI legislatura de España
[2] Además, también lograría pactos similares con los nacionalistas del País Vasco (PNV) y Canarias (CC).Sin lugar a dudas, este fue el gran éxito del Gobierno Aznar durante su primera legislatura.[17] La UE recomienda en La Carta Social Europea que el salario mínimo interprofesional (SMI) sea igual o mayor al 60% del salario medio del país, en España alcanzaba el 34% en el año 2000,[18] situándose en 424€ mensuales[19] (742€ serían necesarios para cumplir con la recomendación de la UE).A las 4 de la tarde del sábado 12 de julio, se terminó el plazo del ultimátum y el Ejecutivó no cedió al chantaje.ETA cumplió su amenaza al asesinar a Miguel Ángel Blanco.[25] El lunes 14 de julio los españoles salen a la calle a expresar su repudio a este asesinato y los anteriores en una movilización colectiva sin precedentes, millones de personas en toda España claman contra los terroristas, certificando con ello el inicio de rebelión ciudadana contra el terrorismo.[26] Aznar ordenó contactos la banda terrorista,[27] teniendo una primera reunión en Zúrich y modificando su política de dispersión de los terroristas, acercando al País Vasco a 135 presos.[28] Sin embargo, las conversaciones fracasan y ETA rompe la tregua el 28 de noviembre del año siguiente.[29] Durante el primer año de gobierno popular, se transfirieron nuevas competencias al Gobierno Vasco [1], favoreciendo un aparente entendimiento entre PNV y PP que tuvo como representación la buena relación entre Álvarez-Cascos y Xabier Arzalluz, aunque con discrepancias en la lucha antiterrorista, fruto de numerosas críticas de los miembros del Partido Popular del País Vasco.[30][31] Estos hechos motivaron la rotura del apoyo mutuo entre PNV y PP, rompiéndose los pactos de gobierno conjuntos en el País Vasco como el del ayuntamiento de Bilbao.Una vez finalizado el proceso ETA inició una ofensiva contra ediles y cargos públicos del PP.La controversia y enfrentamiento entre PNV y PP y PSE-EE influiría notablemente en la vida política española, llegando al clímax de confrontación en las elecciones autonómicas vascas del 2001, en las que Jaime Mayor Oreja sería candidato a lehendakari, dejando su puesto como ministro de interior.