Las actividades de este grupo se prolongaron durante los siguientes veintisiete años y permitieron a Smetacek desarrollar su inmenso talento de oboísta.
Además, escribió un método para aprender a tocar el instrumento, que es aún una autoridad en la formación de solistas.
Director de gestualidad firme y muy detallista en las acentuaciones, Smetacek llevó a cabo una amplia labor discográfica enfocada sobre todo a los autores checos, sin olvidar el sinfonismo de la era romántica y postromántica, hasta Stravinski.
Aunque estaba muy enfocado a la música sinfónica, Smetacek también fue un buen director operístico del repertorio eslavo principalmente.
Debemos a Smetacek el redescubrimiento del Concierto para oboe (en fa mayor, op.