Cuentan con una faja pectoral negra, por lo general más angosta, aunque en raras ocasiones llega a cubrir la mayor parte del pecho.
La cara y el resto de la región inferior son blancos; en ocasiones muestran un tinte azul en el área malar.
Los machos se dispersan cuando obtienen igual éxito de forrajeo que sus padres (entre trece y dieciocho meses).
Los machos emplean la estrategia de visitar varios grupos e intentar copular con las hembras, las cuales son amistosas.
Regularmente se les ve volando a baja altura, una detrás de otra, con sus largas colas formando una silueta inconfundible.
El vuelo consiste en varios aletazos fuertes y un planeo con las alas extendidas, estando en el suelo se desplazan mediante brincos resortados.
Es interesante anotar que los grupos hacen nidos entre seis y siete veces antes de tener éxito.