Fue ordenado sacerdote en 1952, tras lo cual, trabajó como guía espiritual en un reformatorio juvenil de Milán por 16 años.
Cuando tenía 9 años fue inscrito junto a su hermano Ferruccio en un colegio salesiano, institución que los formaría para decidirse finalmente a formar parte de la congregación de salesianos.
Los muchachos que escuchaban mis sermones se daban media vuelta.
Y al final, frente a mi decepción, algunos decían: ¿pero te has mirado?, ¿no ves qué cara tienes?, intenta por lo menos quererme un poco».
Les propuso "que dieran todo de sí, no para ellos, sino para los más necesitados", sorpresivamente, los jóvenes respondieron a su llamado.
La primera delegación partió en 1967, sin el padre, pues tuvo una recaída a causa de la tuberculosis ósea.
Para encontrar solución a estas necesidades me ayudarán los muchachos de la Operación que vendrán».
[5] En 1978 contrató a un maestro restaurador para que recomponga las piezas más dañadas del arte colonial de la iglesia.
Debido a ello, decidieron fundar una pequeña escuela de tallado para que los jóvenes ayudaran con la restauración del retablo.
El taller inició con veinte de los jóvenes más pobres llegados desde distintos puntos del distrito.
El padre Ugo y el maestro quedaron gratamente sorprendidos al notar la habilidad innata para el arte en los chicos.
[7] En 1985, el padre Ugo fundó la «Cooperativa Don Bosco» para brindar trabajo a los egresados de la escuela, con el fin de que la población joven no migrara para asegurarse su sostenibilidad y se quedaran a vivir en su provincia.
En 2008, el padre Ugo obtuvo la nacionalidad peruana en una ceremonia oficiada en la Cancillería del Perú, a la cual asistió vestido como un poblador de Ande.
Actualmente el trabajo de los Artesanos Don Bosco es solicitado en el exterior, sobre todo en Europa y Estados Unidos.
Los talleres, repartidos en casi toda la sierra oriental ancashina, albergan alrededor de 200 jóvenes cada uno.
Dado el buen resultado del proyecto, el padre ha creado escuelas solo para mujeres que hoy en día albergan a 400 niñas aproximadamente.
[10] En homenaje, se izaron banderas a media asta en varios pueblos de Áncash con parroquias que estuvieron bajo su liderazgo.
Miguel Cabrejos, Presidente de la Conferencia Episcopal del Perú, Mons.
Posteriormente, su féretro fue trasladado hacia Áncash para ser honrado en las parroquias de Jangas y Yanama, siendo homenajeado en Carhuaz, Yungay.
También cuenta con una cooperativa para fabricar, principalmente, chompas (jerséis) de alpaca que son exportadas a Italia.