Ugo Bassi

Durante las revueltas revolucionarias de 1848, no tuvo dudas para unirse a las fuerzas del Papa Pio IX para defender a Italia con encendido patriotismo, y difundir el espíritu revolucionario entre los soldados y la población.

Posteriormente volvió a Roma donde vivió el nacimiento de la República Romana.

En la retirada de Roma, llega a la República de San Marino con Giuseppe Garibaldi, Francesco Nullo, Ciceruacchio, Giovanni Livraghi y otros.

Trasladado a Bolonia en la tarde del 7 de agosto de 1849; fue fusilado sin ningún proceso y con gran prisa al día siguiente, por órdenes del capitán auditor Carl Pichler von Deeben, junto a Giovanni Livraghi, en la proximidades de Certosa.

Su pertenencia a la masonería ha sido confirmada por el gran maestre Umberto Cipollone,[1]​ pero es discutida por el historiador Rosario F.

Ugo Bassi y Giovanni Livraghi conducidos al patíbulo