En esta, el agresor agarraba a un transeúnte, similarmente con poca o ninguna advertencia, y trataba de arrojarlo al suelo mediante jujutsu para probar alguna técnica o simplemente afinar su destreza.
[3] No deben confundirse estas acciones con la similarmente llamada práctica del tsuji-zumo, en la cual se llevaban a cabo luchas de sumo improvisadas en la calle entre oponentes dispuestos a jugarse dinero.
Durante la era medieval japonesa, el término se solía emplear para designar a los enfrentamientos y duelos entre los bushi pero, durante el Período Sengoku (1467-1600), la anomia social hizo que esta práctica se degradase en el asesinato indiscriminado, hecho impune por el poder social de los bushi.
Más tarde, a partir de este incidente se hizo una obra kabuki.
[5] La práctica del tsujigiri ha sido citada por la escritora británica Mary Midgley en Can't We Make Moral Judgements?