Las plataformas hardware que cumplen este conjunto de especificaciones las llaman Plataformas confiables porque tienen como objetivo aportar un entorno seguro para la ejecución de software dando lugar a lo que llaman computación confiable.
Las plataformas normalmente consisten en muchos componentes separados interactuando (controladores, sistema operativo, aplicaciones, etc.).
Se confía de forma ciega en las instrucciones del CRTM que están puesto en un chip insertado en la placa base por el fabricante.
Por ejemplo, para evitar que se haga una copia de un vídeo de alta resolución que la compañía vendedora haya prohibido en la gestión de derechos digitales, el sistema impedirá que se reproduzca con esa calidad, o incluso por completo (según lo especificado por el vendedor del contenido) si, por ejemplo, existiera una salida no certificada y controlada por dicho sistema.
Algunas versiones de la computación confiable requerirán que el sistema operativo esté específicamente autorizado por una compañía particular.
Además, requerirán que cada programa sea específicamente autorizado por el desarrollador del sistema operativo.