Está fuertemente integrado con la electrónica del dispositivo, es el software que tiene directa interacción con el hardware, siendo así el encargado de controlarlo para ejecutar correctamente las instrucciones externas.
Posteriormente, el término fue ampliado para incluir cualquier tipo de microcódigo, ya fuera en RAM o ROM.
Hoy en día este procedimiento no es habitual ya que los fabricantes han añadido una nueva funcionalidad que permite grabar las nuevas instrucciones en la misma memoria, haciendo de la actualización un proceso mucho más cómodo y dinámico.
En cuanto a las ventajas que nos puede proporcionar son las siguientes: Además, como ya lo hemos comentado antes, detrás de este firmware está el propio fabricante.
Cuando un router se queda sin soporte por parte del fabricante es algo bastante grave, porque las nuevas vulnerabilidades y mejoras de funcionamiento nunca llegarán a nuestro equipo.
En algún sentido, los varios componentes del firmware son tan importantes como el sistema operativo en un computador.
Otras características que pueden cambiar con las actualizaciones del firmware son el GUI e incluso la vida de la batería.
Desde 1996 la mayoría de los automóviles han empleado una computadora a bordo y varios sensores para detectar problemas mecánicos.
Estos pueden a menudo abrir funcionalidad computacional en dispositivos previamente limitados (ej., ejecutar Doom en iPods).
Estos hacks usualmente utilizan la facilidad de actualización del firmware en muchos dispositivos para instalarse o ejecutarse en ellos.
Algunos, sin embargo, deben recurrir a exploits para funcionar, porque el fabricante ha intentado bloquear el hardware para evitar que utilicen código no autorizado.