Tristes (Ovidio)

A este volumen le siguió otro, también de epístolas en verso elegíaco, titulado Epistulae ex Ponto / Pónticas.

En las Tristia el poeta, expulsado de Roma el año 8 después de Cristo por el emperador Octavio Augusto a los confines del Imperio, probablemente por el contenido lascivo de los versos que forman su Ars amatoria o Ars amandi, que disgustaron al ya anciano emperador,[1]​ se dirige en forma epistolar, pero en dísticos elegíacos, pidiendo perdón al emperador (libro II, elegía única), a su esposa, familiares y amigos (tanto los fieles como los traidores) para que favorezcan su retorno y, luego, conforme va perdiendo la esperanza de volver algún día a Roma, a la Posteridad, meditando sobre su vida solitaria en el rincón más apartado del Imperio Romano y lamentándose por el hostil y poco refinado ambiente que lo rodea, al que no está acostumbrado, pero, también, adaptándose a él casi sin querer, de forma que incluso llega a aprender la lengua de los Escitas y a componer algunos versos en ella o a recurrir a los consuelos del Estoicismo y de su fama postrera.

Describe una región inhóspita, remota y peligrosa, expuesta al ataque de los pueblos bárbaros fronterizos.

Los poemas se ven agrupados en cinco libros compuestos en forma de dísticos elegíacos (un hexámetro más un pentámetro) y resultan ser, como su propio título indica, todo un canto a la nostalgia y a la melancolía; a lo largo de todas las épocas han servido para consolar los sentimientos que sufre cualquier persona obligada al exilio, siendo imitadas por muchos escritores, por ejemplo Osip Mandelstam o Vintila Horia en su novela Dios ha nacido en el exilio.

Marcos Casquero (1991), J. González Vázquez (1992), R. Herrera Montero (2002) y Eulogio Baeza Angulo (2005).

Ovidio en el exilio , óleo sobre cartón de Ion Theodorescu-Sion , 1915
Ovidio desterrado de Roma (1838) por Turner