[2] Medina, que era natural al parecer de Bayamo,[2] en Cuba, estudió en Madrid.
[3] Casado en su juventud, se hizo presbítero tras enviudar.
[3] Ossorio y Bernard señala en él una «apasionada y brillante oratoria sagrada»;[3] en palabras de Enrique José Varona, Medina habría estado caracterizado en su labor como escritor por la fantasía y la verbosidad.
[4] Fue amonestado más de una vez por la autoridad eclesiástica y abrazó el protestantismo, si bien más adelante ingresó de nuevo en la Iglesia católica, quedando sin embargo tras ello, según Ossorio, «obscurecido».
[5] En sus escritos de polémica periodística habría firmado con el seudónimo «Andrés Mattini».