Esta zona se considera un ejemplo actual de rifting continental que conduce a la extensión del fondo marino y produce una cuenca oceánica.
El brazo bifurcado más septentrional se extiende hacia el norte a través del mar Rojo y hacia el mar Muerto, mientras que el brazo oriental se extiende a través del golfo de Adén y conecta con la dorsal del océano Índico Medio más al este.
[1] El tercer brazo de rift discurre hacia el sur y se extiende unos 4.000 kilómetros a través de Kenia, Uganda, República Democrática del Congo, Ruanda, Burundi, Tanzania, Zambia, Malawi y, finalmente, Mozambique.
Se cree que la triple grieta comenzó entre el Cretácico superior y el Paleógeno.
La rama oriental (a veces llamada Gregory Rift) se caracteriza por una gran actividad volcánica y la rama occidental (a veces llamada Albertine Rift) por cuencas más profundas, que contienen lagos y sedimentos.
Dentro de la grieta, en el Mar Rojo, hay muchos volcanes, entre ellos el Jabal al-Tair.
Se extiende desde la triple unión hacia el este hasta la zona de fractura de Owen, donde se une a la triple unión Aden-Owen-Carlsberg entre las placas africana, árabe e indoaustraliana.
Siguiendo el modelo de estabilidad de Mackenzie y Morgan, la geometría RRR continuará estable a lo largo del tiempo hasta que se produzca un cambio en el movimiento tectónico.
Este levantamiento provocó una extensión masiva de la corteza que dio lugar a estructuras de horst y graben asociadas a fallas normales extensionales.
Chorowicz (2005) ilustró la serie de fallas que rodea a los volcánicos neógenos más recientes.
(1997) modelan la gran anomalía que se extiende desde la base del manto hasta aproximadamente 1.000 kilómetros de profundidad.
Las fallas lístricas producen el modelo correcto para esta extensión suficiente de la corteza.
Algunos geólogos han propuesto que el Sistema de Rift de África Oriental será el aulacógeno en el futuro, al no producir una cuenca oceánica, pero en la actualidad no parece haber ningún aulacógeno y el EARS no muestra ningún indicio de rifting más lento.
Si la tectónica actual continúa sin cambios, se cree que una cuenca oceánica con una dorsal oceánica media acabará separando las placas de Nubia, Somalia y Arabia.
Sin embargo, el rifting es estudiado por un conjunto diverso de investigaciones con modelos hipotéticos contradictorios, y se desconoce su futuro.