Sam, un pequeño demonio con máscara, trata de hacer que todos aprendan a respetar las tradiciones del Halloween por las buenas o por las malas.
Horas después, Henry descubre el cuerpo mutilado de su esposa colocado como una decoración más.
Entonces, Charlie comienza a vomitar y Wilkins le confiesa que roció los dulces con cianuro.
Según cuenta la misma, los agobiados padres pagaron al conductor para que se deshiciera de ellos, siendo el único sobreviviente.
Todas consiguen una cita para esa noche, a excepción de Laurie, quien insiste en querer que su "primera vez" sea especial y se queda un rato viendo las festividades locales, mientras el resto se va a una fiesta en el bosque.
Laurie se encuentra con un asesino en serie con capucha y disfrazado de vampiro, quien la ataca.
Poco después, Sam se introduce en la casa, la cual está decorada con memorabilia de Halloween.
Sam, desenmascarado como un niño demoníaco con cabeza en forma de calabaza, ataca a Kregg.