Tribuno consular
Los tribunos consulares o tribunos militares con poder consular (en latín, tribuni militum consulari potestate) fueron unos magistrados de la Antigua Roma que sustituyeron a los cónsules como magistrados epónimos durante el llamado conflicto patricio-plebeyo de la temprana República romana.Con la introducción de la figura del tribuno consular se saltaba este problema formal para dar a la plebe el acceso al máximo poder magistral, sin pasar por el consulado.Sin embargo, los estudiosos modernos creen ahora que la creación de los tribunos consulares se debió a las cambiantes necesidades militares y administrativas del Estado romano en expansión.[3] De su número inicial de tres, los tribunos consulares se incrementaron a cuatro por primera vez en el 426 a. C., en respuesta a la situación militar que supuso que el estado romano capturase y anexase Fidenas.[5] Según Tito Livio, la práctica de elegir tribunos consulares llegó a su final en el 366 a. C., cuando las Leges Liciniae-Sextiae entraron en vigor, permitiendo el acceso del orden plebeyo al cargo de cónsul.