Tratamiento del cáncer de mama

Las modalidades terapéuticas contra el cáncer de mama son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la hormonoterapia y la terapia biomolecular.

En primer lugar la mayor educación sanitaria dio lugar a que las pacientes consultasen con tumores más pequeños que podían erradicarse extirpando una proporción de la glándula lo suficientemente pequeña como para permitir una secuela estética aceptable.

En segundo lugar la consciencia en la comunidad científica de que la enfermedad podía comenzar a diseminarse desde sus primeras fases y que por tanto una mayor radicalidad de la cirugía era limitada para evitar la enfermedad a distancia.

Existe actualmente la tendencia a practicar una cirugía tan conservadora como sea posible.

Antes de que un tumor se logre palpar en una revisión clínica a veces es identificado en la mamografía.

Esta se indicaba aunque no existiese evidencia o sospecha de afectación, salvo en el carcinoma intraductal o ductal in situ en el que se considera que esta afectación es excepcional.

Para evitar vaciamientos ganglionares innecesarios y su correspondiente secuela se ha desarrollado la biopsia del ganglio centinela, en la que la inyección de isótopos o colorantes en la mama que migran al primer ganglio de relevo del tumor, el cual se denomina ganglio centinela, permiten la identificación del mismo.

Su indicación depende de los factores pronóstico clásicos que son la edad, el tamaño tumoral, la afectación ganglionar axilar, el grado de diferenciación celular (grado histológico) y los receptores hormonales.

Si los ganglios axilares son negativos de infiltración tumoral las pacientes se clasifican en bajo y medio-alto riesgo.

Si tiene más de 3 ganglios infiltrados en la axila siempre se irradia la fosa supraclavicular.