Rusia estuvo representada por el boyardo Fiódor Sheremétev, el kniaz okólnichi Alekséi Mijáilovich Lvov, el noble Stepán Proyestev y los diaki Grigori Necháyev y Vasili Prokófiev.Las negociaciones se iniciaron el 30 de abril tras el fracaso del asedio polaco-lituano a Beli.A pesar de tales muestras de generosidad, la alianza nunca se llevó a cabo porque el Sejm (el Parlamento polaco-lituano) no quería combatir contra Suecia tras la firma del Tratado de Sztumska Wieś, y porque los rusos no veían claro qué beneficios iban a obtener de la alianza.[4] El tratado fue ratificado por ambas partes en 1635, pero los trabajos de fijación real de las fronteras se llevaron a cabo en los siguientes diez años, con múltiples inconvenientes.[5] El tratado puso fin a la política de expansión al este de la Mancomunidad, pues Rusia había demostrado que se había recuperado del Período Tumultuoso y que era capaz de acciones ofensivas y que no iba a aceptar fácilmente la pérdida de tierras que consideraba rusas.