El tratado de Aranjuez de 1752, también conocido como tratado de Italia, fue firmado por España, el reino de Hungría y Bohemia y el reino de Cerdeña para mantener la paz y velar por sus respectivos intereses en los territorios que ambas potencias tenían en Italia.
Los ducados de Parma y Toscana se adhirieron posteriormente al tratado.
Los términos del acuerdo estaban basados en tratado de Aquisgrán de 1748.
Las principales cláusulas incluían: Posteriormente, el 16 de agosto del mismo año, se adhirieron al tratado el emperador de Alemania, Francisco I, por su condición de gran duque de Toscana, y el infante Felipe, duque de Parma.
Texto del tratado.