Trastorno negativista desafiante

Primero, el desafío debe ser lo suficientemente severo como para interferir con su habilidad para funcionar en la escuela, hogar o la comunidad.

Para el establecimiento del diagnóstico según este manual, han de estar presentes al menos en los últimos 6 meses cuatro de las siguientes conductas características del trastorno: la frecuente pérdida de los nervios, discusiones repetidas con los adultos, continuas y deliberadas molestias a otras personas, censuras a otros por sus errores, mentir a otros para evadir sus obligaciones evadiendo así a sus autoridades, se molestan fácilmente con otros, suelen enfadarse y estar resentidos y suelen mostrarse con frecuencia rencorosos y vengativos.

El trastorno es más habitual en niños/as que han mostrado en la edad preescolar problemas de temperamento y alta actividad motora.

Y las pautas educativas e interacciones familiares parecen jugar también un importante papel.

Existen una variedad de enfoques al tratamiento del trastorno negativista desafiante, incluyendo programas de entrenamiento para padres, psicoterapia individual, terapia familiar sistémica, terapia cognitivo conductual y entrenamiento en habilidades sociales.

[4]​ El tratamiento farmacológico en niños con TND consiste en diversos fármacos como en metilfenidato, ISRS como sertralina, paroxetina y fluoxetina, etc. (Brahm & Martínez, 2008).

Sin embargo, hasta la fecha ningún tratamiento farmacológico ha demostrado ser totalmente eficaz en casos de TND aislado, aunque las anfetaminas han demostrado ser eficaces en casos de TND con TDAH (Fulkerson & Webb, 2005).