Para ese momento era el único buque de la escuadrilla del Río Negro que continuaba en operaciones afectado al servicio regular entre Patagone y Roca ya que los vapores Río Negro y Neuquén habían entrado en reparaciones.
En 1888, al mando de Oliva, efectuó ocho viajes hasta Choele Choel, transportando suministros destinados a la 2.ª División del Ejército y colaborando con el tendido de la línea telegráfica militar al Territorio nacional del Chubut.
En 1890, comandado por el teniente de navío Elías Romero, efectuó 3 viajes hasta Roca.
En 1898, reintegrado a la escuadrilla al mando de Santiago Juan Albarracín, efectuó varios viajes a Choele Choel y General Roca al servicio de la División de los Andes del Ejército, a Conesa Sur trasladando materiales (carros, postes, etc.) para la expansión del tendido del telégrafo hacia el Chubut, y estableció un deósito de carbón en Choele Choel.
Aún con el río muy crecido, efectuó normalmente su viaje hasta Choele Choel y General Roca comandado por el capitán Evaristo Ballesteros, y fue luego afectado al servicio de la comisión encargada de estudiar la ubicación más conveniente para localizar la capital del nuevo territorio.
En esa oportunidad se aprovechó para efectuar un mantenimiento completo (se le colocaron nuevos remaches, se lo pintó y "el eje de la máquina que estaba desnivelado y algunas otras piezas de la misma que exigían un apreste en forma, quedaron en la mejor forma posible") pero cuando regresó al servicio en diciembre el desgaste del buque era evidente.
Partes de su casco y máquina fueron luego recuperados, pero su estado no justificaba reparación alguna por lo que fueron liquidados como chatarra.