Las primeras noticias ciertas de un asentamiento urbano en Trani, sin embargo, se remontan solo al siglo IX.
Su puerto, bien colocado para las Cruzadas, se desarrolló después en gran medida, convirtiéndose en el más importante del mar Adriático.
En aquel periodo muchas grandes familias de las principales repúblicas marítimas italianas (Amalfi, Pisa, Génova y Venecia) se establecieron en Trani.
Bajo su gobierno, a principios del siglo XIII, la ciudad alcanzó su momento álgido en riqueza y prosperidad.
El gran talmudista rabino Moisés ben Joseph de Trani (1505-1585) nació en Tesalónica, tres años después su familia huyó desde allí a Trani debido a la persecución antisemita.