Aproximadamente noventa de esas personas llegaron a alcanzar la zona fronteriza ubicada en la playa del Tarajal.
[2] Otras veintitrés llegaron a tierra, pero fueron devueltas de manera irregular desde la propia playa, atravesando la valla fronteriza, sin pasar por ningún procedimiento formal.
La Gendarmería marroquí reclamó a los veintitrés inmigrantes irregulares que llegaron a la playa de Ceuta, en lo que se conoce como devoluciones en caliente.
[6][7] El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, valoró positivamente la intervención de la Guardia Civil.
Todas las causas judiciales que investigaron la adecuación del uso del material para frustrar la tentativa y dispersar a los asaltantes (balas de goma o botes de humo) fueron archivadas, exonerando a los agentes de cualquier responsabilidad.