Otros ocho alpinistas murieron en las semanas precedentes, lo que eleva el total de muertos a trece.
Al final del verano 27 escaladores habían conseguido llegar a la cima, pero, también, el número de muertes fue muy alto; 13 personas murieron en esa temporada, lo que significa que casi un tercio de los montañeros murió en el intento.
El premio más codiciado sobre K2 en el verano de 1986 era su pilar Sur, no escalado todavía y “un último gran problema", que Reinhold Messner había apodado “La Línea Mágica”; la arista Suroeste, que se remonta más de dos kilómetros desde la base y que requiere una escalada más empinada, técnica y difícil, sin igual en todo el Himalaya.
A principios del verano había cuatro equipos intentando la subida al K2 por la “línea mágica”.
Algunos escaladores que presenciaron el suceso pudieron desenterrar rápidamente a Pennington, pero no lo suficiente como para salvar su vida.
Wanda y Liliana se convirtieron en las primeras mujeres, por ese orden, en alcanzar la cima del K2.
Pronto se encontró perdido en la repisa Sur del K2, a una altitud de 8.000 m s. n. m., una zona ancha y sin signos en la montaña que guíen el camino.
Desde el campo base intentaban guiarle a través de la radio, mientras Parmentier comentaba que solo veía un gran vacío.
La ascensión de Chamoux fue una hazaña atlética muy destacable, ya que la realizó en un ascenso ininterrumpido de solo 24 horas desde el campo base, y teniendo en cuenta que dos semanas antes había ascendido el Broad Peak (8.000 metros) en solo 17 horas.
Kukuczka era el perseguidor del título no oficial de Messner, mejor escalador en altura.
Cuando llegó al K2 seguía de cerca a Messner en su carrera particular por conseguir los 14 ochomiles.
Dos días más tarde, todavía en la bajada, totalmente exhaustos e intentado continuar su camino en la tormenta sin utilizar cuerdas fijas, Piotrowski, que no había sido capaz de ajustarse correctamente los crampones esa mañana debido a los dedos adormecidos por el frío, perdió un crampón; mientras intentaba asegurarse perdió el otro y se precipitó por la pendiente.
A pesar de la tragedia, Kukuczka llegó al campo base y partió inmediatamente hacia Nepal, para continuar con el duodécimo de los ochomiles e intentar superar a Messner en la carrera.
El 16 de julio, a unos 300 metros de la cumbre y no gustándole cómo se estaba poniendo el tiempo, abandonó prudentemente su intento y bajó la arista Sur hasta llegar al glaciar en la base, camino del campo base.
En la tarde del día 3 de agosto, con un tiempo perfecto, tres coreanos alcanzaron la cumbre utilizando oxígeno.
Cuando ambos grupos descendieron juntos en la noche, el famoso escalador polaco Wojciech Wroz, con la conciencia embotada por la hipoxia y la fatiga, se soltó al final de una cuerda fija y cayó, en lo que constituía la séptima baja de la estación.
"Todo el mundo debía ser consciente de que estaban corriendo un gran riesgo al seguir hasta la cima, pero creo que cuando la cima del K2 está a tiro es normal inclinarse por correr más riesgo”.
Mientras tanto, dos escaladores más iban ascendiendo: Kurt Diemberger, austriaco de 54 años, escalador legendario y una celebridad en Europa Occidental, con una larga carrera como montañero, y Jullie Tullis, inglesa de 47.
Cuando la despertaron, Wolf recuperó su determinación de alcanzar la cima y retomó la escalada aunque con una cierta descoordinación.
Por la mañana, Bauer se acercó a la tienda de Diemberger y le comunicó la trágica noticia.
Los tres días siguientes, sin nada que comer o beber, las fuerzas les iban abandonando, pero aun así se mantuvieron vivos aunque en un estado lamentable.
Weiser e Imitzer se quedaron allí y el resto de grupo continuó con Bauer, abriendo camino trabajosamente.
Después de unas horas, Wolf se fue retrasando y no volvió a aparecer.
Bauer y Diemberger alcanzaron el campamento III, a 7300 metros, encontrándolo totalmente destruido por una avalancha.
Continuaron hacia el campo II, a 6.400 metros, donde, ya de noche, encontraron comida, gasolina y cobijo.
Todo el mundo sabía que Michel Parmentier casi se había perdido mientras bajaba en condiciones similares.