Un tragafuegos, lanzafuego o escupefuego es un artista de circo que simula expulsar fuego por la boca.
Por ello, es imprescindible que se limpie bien con un paño después de cada expulsión.
La gran mayoría de los tragafuegos profesionales aprenden de un profesional experimentado y se recomienda encarecidamente que se evite la autoeducación debido a los riesgos extremos.
Prácticamente todos los incidentes registrados de lesiones graves por tragarfuego involucran personas no capacitadas, a menudo bajo la influencia del alcohol.
En su lugar, se recomienda usar opciones más seguras con un punto de inflamación superior a 50 °C.